Se trata de la situación actual; la ciudad como ser vivo, la población que la habita, y nuestro deseo de volver a una «vida normal» – el mensaje es casi una carta de amor a la ciudad.
Estamos ante un momento que sin duda cambiará nuestra forma de relacionarnos, los hábitos de consumo y mucho más, pero la constante aquí somos nosotros – la gente – y la ciudad.